Etapa II
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Evidente, en manos del
divino. No hay un sector social ni un espacio en el estado
de Guanajuato al que la delincuencia no ha dejado de atacar, ni tampoco donde
irrumpir para ejecutar un delito, sin que las autoridades de los tres niveles
de gobierno muestren interés por frenarla, en especial del territorio estatal. La medida de Cruz Roja Mexicana de Salamanca
de “cerrar” las puertas para no prestar servicio el sábado pasado, adquirió
sentido porque uno de sus equipos de trabajo fue “abordado” por un “grupo
de delincuentes” para que se le entregará la persona que estaban
atendiendo y porque, en otros momentos, varios hospitales en los municipios
fueron abordados por los sicarios a fin de rematar a sus víctimas. O sea, no existe nada nuevo desde “la lógica” de que el Gobierno del Estado no ha
esclarecido los casos ni protegido al personal, ni los pacientes y familiares que
acuden a los hospitales que fueron atacados.
En seguridad todo por
hacerse. Llamó mucho la atención en el ámbito
nacional, incluso trascendió Allende la frontera, que la institución internacional
que viene prestando sus servicios en la salmantina “cerrara sus puertas”. La
respetadísima Cruz Roja que en las conflagraciones mundiales “jugara un papel” muy importante, salvando vidas, en un municipio del Estado de Guanajuato dejó de
operar porque no existen las garantías que protejan las vidas del personal que
atiende de una manera voluntaria. Las
estrategias reveladas a la sociedad de parte de los últimos gobernadores
panistas, Miguel Márquez y Diego Sinhué Rodríguez, son similares y no han funcionado, ni los altos mandos que las están aplicaron consiguieron los éxitos esperados
pues los delitos siguen disparados para recrear un estado peligroso ,por omisión o insolvencia de los encargados de la Seguridad, Alvar Cabeza de
Vaca y Carlos Zamarripa.
A falta de interés
local, la federal. Desde hace varios años en el Congreso del
Estado, más de tres legislaturas no han querido o no han podido convencer a los
gobernadores en turno a fin de que los encargados de seguridad, los mismos de
hace más de seis años, Alvar y Carlos, acudan a una sesión de pleno del
Poder Legislativo para explicar por qué tanta inseguridad, pero, sobre todo, a qué se debe tanta violencia y por qué a pesar de los recursos aplicados de parte de la
Federación y la Entidad, las estrategias o planes y programas en la materia no
funcionan. El Grupo Parlamentario del PAN, mayoría antes y ahora en la pasada
legislatura, argumentó que esas comparecencias de los altos funcionarios
públicos se convertirían en espectáculos de circo por los cuestionamientos de
los diputados locales y las críticas. Este abril, o para mayo, será Rodríguez
Vallejo quien comparecerá por su gabinete en el Senado por la inseguridad.
SESIÓN
PARA CATATÓNICOS. Notre Dame, liga casual. En tanto el
Gobernador del Estado, Diego Sinhué, se prepara para comparecer en el Senado de
la República a fin de rendir cuentas respecto de las condiciones de inseguridad
y violencia que padecen los gobernados, como de lo que su administración
está llevando a cabo para encarar la delincuencia, la
Cruz Roja resultó una piedra de toque de los descuidos que han cometido
las autoridades -federal, estatal y municipal-, que ni siquiera han
querido revelar: quién generó el cuadro de violencia y quién lo conserva;
y si cubren y protegen a los encargados de seguridad pública a fin de que no
comparezcan ante la Soberanía local. La vieja Europa se conmovió este Lunes
Santo debido a que en París, Francia, una de sus Catedrales más importantes,
esa Gótica de Notre Dame estaba ardiendo. Un monumento que liga al pueblo de
México con su historia mediata porque ahí se suicidó, Antonieta Rivas Mercado,
animosa de las causas de las féminas y una gran amiga del político oaxaqueño
José Vasconcelos, ex titular de educación Pública y un suspirante presidencial
que sentenció: “Por mi raza hablará mi espíritu”
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