Etapa II
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Por Israel López Chiñas
A
pesar de las predicciones. Desde antes de la asunción
del tabasqueño al poder, la propuesta de campaña que circuló de manera obsesionante
por todo el territorio mexicano como la esencia del nuevo gobierno de la
República fue la austeridad. El rasgo ofrecería una imagen favorable a la
Administración Pública que encabezaría Andrés M. López Obrador, además de que
serviría para realizar los ahorros con los que encararía la pobreza. Las
homilías de austeridad y anticorrupción tocaron las puertas de los
gobiernos estatales, incluida la de Paseo de la Presa en Guanajuato Capital, en donde
despacha Diego Sinhué, quien empezó a gobernar en septiembre de 2018. El
escándalo de los ajustes presupuestales aterrizó a los 46 ayuntamientos instalados
en octubre pasado. Antes del primero de diciembre, la toma de protesta de AMLO se
sabía que vendría un cambio.
La
lógica del continuismo. El gobernador panista en el
estado de Guanajuato, y los alcaldes, estaban advertidos que no iban a
manejar los recursos que recibiría el estado desde la Federación, pero no llevaron
a cabo las reingenierías de sus presupuestos, vaya... al menos poner sus barbas a
remojar; Sinhué, con sus asesores, prefirió transitar la “ruta de la inercia”,
entendiéndose que su gobierno es la secuela del que administró Miguel Márquez.
La propuesta del Paquete Económico para el 2019, presentada por el Poder
Ejecutivo al Congreso del Estado, no llevaba “rasgos austeros”; por el contrario, contemplaba un incremento salarial para la burocracia dorada de los Tres
Poderes de la entidad. El presupuesto, se dijo, pretendía la sana administración
del erario público nada más, pero no hubo reducción de las percepciones.
Como
en viejos tiempos.
En nada se han detenido la autoridad estatal y las municipales, sin entender
que el Gobierno Federal no quiere entregar los recursos que corresponde a los
estados, para que sean administrados por los gobernadores, porque para eso nombró
un super
delegado. El mandatario guanajuatense ha insistido en que el Presidente
López le está cortando, hasta recortando, el presupuesto a Guanajuato. La
situación no tiene una respuesta inmediata, porque la lógica
de la Federación es el control del dinero público, porque en el pasado hubo
muchos errores salpicados con corrupción y para ello ha mencionado a la
Auditoría Superior de la Federación como el instrumento que podría avalar esa
gran verdad. Para los estados, durante la plática entre la SEP, CNTE y Morena
en el Senado, trascendió que el pago a los profesores también lo hará gobierno
federal.
SESIÓN
PARA CATATÓNICOS. Después de la aclaración. Las atenciones para el ex gobernador MMM y dos ex secretarios de Gobierno de su Gabinete Legal: están siendo apoyados
con recurso público, como reveló un medio informativo estatal. El Gobernador adjudicó
la compra de medicamentos y material quirúrgico, casi de la misma manera que en
el sexenio pasado para beneficiar las empresas de siempre. El Congreso Local se
lució con la autorización de la compra de “vehículos oficiales” eléctricos o
híbridos para no contaminar el Medio Ambiente. Mientras la lucha de saliva entre los
gobiernos de la entidad y la Federación se montaba, debido al “recorte” o “manejo
de los recursos” sobrevino la tentación del panismo en el poder
estatal, en la lógica de que si AMLO les recorta más recursos al estado y sus
municipios, podrían pedirle prestado al ISSEG para obra pública y los bienes y
servicios a los guanajuatenses; dinero de los trabajadores como lo hicieran en
otras ocasiones. Así el Instituto de Seguridad Social, sería una Banca
Múltiple.

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