DIVISA EL GOBERNADOR MIGUEL MÁRQUEZ, SU CULPA EN LA LEY PARA LA CONVIVENCIA LIBRE DE VIOLENCIA. EXCESO CONTRA PROFESORES
Por: Israel López Chiñas
No ver el bosque. En el orden público, cuando se comete el error de origen, lo que sigue es la acumulación de fallas; el gobierno crea entonces, su laberinto para darle vueltas y más vueltas. Este lunes, el gobernador Miguel Márquez en su intento por desactivar un enredo generado por una Ley, hecha a la medida de la moda que no tomó en cuenta ni los profesores ni los alumnos, ni las condiciones donde están insertos sus personajes, obvió, cediendo responsabilidades de dentro y fuera de las instalaciones escolares, a quienes no debieran tenerlo, y por ello, sacó su “bandera blanca”.
Forjar antes de conjeturar. Desde que fue promulgada y publicada esa Ley para la Convivencia Libre de Violencia, buena parte del SNTE, cayó en la cuenta del error legal y la concepción sobre el problema que se buscaba desactivar (El bullying). Ayer, caminito de la escuela, una refutación del Poder Ejecutivo estatal, se constituyó en un intento de la patronal por arrancar bien el ciclo escolar 2014-2015, ofreciendo a los trabajadores, el magisterio de Guanajuato, una disculpa pública, alejada de la gratuidad. ¿No hubiera sido mejor reformar la ley y entregarles un clásico: hechos no palabras? Y no ese: “se excede la ley con los docentes”.
Ese primer quid. El gobierno del estado, los tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, en su conjunto debieron de observar la modificación legal para evitar esos errores garrafales o que en nombre de la moda o la producción por la producción, se integre un método de la responsabilidad. Es necesario que se pongan de acuerdo los tres poderes, para superar la ilógica mezquina del “Y yo por qué”. La aplicación de las leyes en la realidad, no requiere división de los poderes, sino una sana distribución de las funciones.
SESIÓN PARA CATATÓNICOS. El efecto boomerang. Lo enunciado por el Ejecutivo del Estado de Guanajuato, Miguel Márquez, esa falla en la Ley para la Convivencia Libre de Violencia, supera la culpa de los legisladores del estado, o la responsabilidad que pudiera tener el “Club de los 38” del palacio legislativo puesto que el gobernador, es el responsable de promulgar como de publicar una reforma o nueva ley. Miguel Márquez no es ningún improvisado ni su secretario de gobierno, Antonio Salvador García López, ex magistrado en el Poder Judicial. Así, los errores que se detectaron en el Ejecutivo, resulta precisamente, los suyos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario