MÁS ACÁ DEL “MARACANAZO”. SIN ENREDOS, LA SELECCIÓN NACIONAL DE MÉXICO DEMOSTRO EN TODAS SUS LÍNEAS QUE ¡SÍ SE PUEDE!
Por: Israel López Chiñas
La temeridad azteca. La selección mexicana comparte con el tetracampeón Brasil, el primer lugar del grupo A del mundial de futbol 2014. Se le ganado a los dueños de la Copa Jules Rimet en varios cotejos internacionales, la última victoria del equipo de México sobre Brasil, fue en los Juegos Olímpicos de 2012; pero jugarle al tú por tú a los brasileños en su país, parecía solo un sueño; alucinación, se cumplió esta tarde que concluyó en empate a ceros con sentido de conquista azteca. En Brasil se podría adelantar, el futbolista mexicano enterró, el complejo del Jamaicón Villegas, que le venían imputando.
Ni extraños ni magia. Quizá por la cabeza de los miembros del cuerpo técnico de la selección azteca, encabezado por el Piojo Herrera, pasó el empate como resultado del partido de este martes, sin embargo los cambios en la cancha, reflejaron únicamente, ese gran deseo de éxito porque muchas estrellas se habían alineado para proporcionarle al TRI, ese momento de gloria. No fue casualidad ni tampoco mágico, el técnico nacional suplió a Oribe Peralta por el Chicharito, pues como dijera días antes del partido el ex estrella José Roberto Gama Bebeto, que a pesar de sus cracks, Rafael Márquez y Javier Hernández, por la globalización, son reconocidos en su país.
El antes hasta el ahora. Cuando a la selección, se le estaba haciendo bolas el engrudo, tenía suficientes problemas para calificar y que fue enviada a un repechaje, los prestadores de servicio del país anfitrión tenían grandes preocupaciones, de las cuales sobresalía, la ausencia de la selección nacional y sus aficionados al cotejo mundial. La impaciencia brasileña fue superada porque el equipo azteca consiguió su lugar y los mexicanos no le movieron a sus reservaciones. Este martes en el campo la selección mexicana lució con el uniforme rojo pero más por su fuerza y atrevimiento en Fortaleza, Brasil, mientras a la distancia, desde la barrera, 40 mil aficionados de toda nuestra república, le daban vuelo a la hilacha, y más.
SESIÓN PARA CATATÓNICOS. La medalla fue simiente. Además de la actuación sobresaliente del portero Guillermo Ochoa, el orden con el que jugaron los nacionales les ofreció la serie de ventajas para pensar en la victoria puesto que los brasileños confiaron en sus individualidades, en una ocasión Neymar quiso superar al equipo mexicano sólo, tan sólo que no se dejó acompañar ni siquiera de su alma y le cayeron hasta 4 mexicanos que acabaron por desarmarlo e indicarle, que era el camino de la perdición. Ni el arbitraje que no fue del todo imparcial ni la porra de casa, ni las estrellas aisladas y mucho muy nerviosas, pudieron evitar el avance mexicano.
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