MÁS LES VALDRÍA QUE DIOS LOS CASTIGARA. LOS “BUENOS MUCHACHOS” DEL CONSERVADOR PAN, EN EL OJO DEL HURACÁN POR MALA CONDUCTA
Por: Israel López Chiñas
Cachorros de la derecha. Ya ni las virtudes públicas, ni los vicios privados veneran los niños bien que se están portando mal. Los panistas distinguidos que lo mismo meten los pies que las manos, a cada rato son motivo de escándalo, es la gente de confianza del presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, quien está en tránsito de reelegirse para otro periodo en el cargo. Desde hace varios meses los pastores del partido conservador en las dos cámaras del Congreso de la Unión, de Ernesto Cordero Arroyo a Jorge Luis Preciado en la alta son criticados por el mal manejo de dinero y fiestas del segundo; en la baja, Luis Alberto Villarreal, por moches y pachangas.
Candidato para A.A. La fiesta con mexicana alegría dentro de una terraza en el edificio del Senado de la Republica, a fin de celebrar a la Candelaria o a la señora esposa del senador Luis Preciado, no es nuevo para el legislador panista porque antes del primero de septiembre de 2013, el pastor senatorial visitó la capital del estado de Guanajuato, a fin de preparar el lugar que sería la sede de la conferencia de sus coordinados; pero el senador que le gusta la bebida espirituosa se puso una intoxicada de agarra pollo en el Bar Luna, coronado con un baile de lambada, por ello se alocó y descontroló; resultado, Preciado, rechazó la capital cervantina como sede del evento.
No me ayuden compadres. Los tipos de cuidado, Jorge Luis y Luis Alberto, poco favor le hacen a su amigo que lucha por reelegirse en la dirigencia del partido conservador; de hecho de las críticas más fuertes y agrias, después de la alianza con el presidente Peña Nieto, contra del descendiente del prócer, son por sus luises, quienes impuso por condición estatutaria en las dos cámaras para pastorear a los legisladores y detener con mesura los conflictos; sin embargo los Luises de Madero, resultaron la encarnación del mal: Preciado, se desvive por la vida loca; y Villarreal, se ha excedido con los moches (no es el único, hay diputados de otros partidos), y sus fiestas en la Polanco, donde pernocta y trae hasta el gorrito a los vecinos.
SESIÓN PARA CATATÓNICOS. Con “gatito retozando”. A río revuelto no faltan quienes ya hacen sus cálculos en este escenario porque la oportunidad la pintan calva, es especial los suspirantes guanajuatenses a la Presidencia Nacional del partido conservador PAN, los ex gobernadores Juan Manuel Oliva Ramírez y Juan Carlos Romero Hicks, los que podrían darle un poco más de plus, peso político por los convenios en la redistribución de posiciones rumbo al nuevo periodo de Gustavo Madero, quien si se reelige, llegará muy golpeado por los jaloneos. A los Luises y los ocurrentes como Cocoa y Javier Lozano, deben enviarlos a un encierro donde pudieran reparar su ideología con principios éticos, al estilo Leperaza.
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