LOS ERRORES EN SEGURIDAD PÚBLICA EN LEÓN Y EN GUANAJUATO, RESULTAN LOS ERRORES DE LA ADMINISTRACIÓN ESTATAL DE MIGUEL MÁRQUEZ
Por: Israel López Chiñas
La reducción al absurdo. El gobernador Miguel Márquez, a su regreso de vacaciones, deberá de ordenar un estudio de la situación que guarda el comportamiento delincuencial y sus causas, puesto que resulta ilógico suponer que Bárbara y Guicho, se hubieran plantado al frente de los delincuentes o se encontraran obstruyendo las labores de dos funcionarios del gabinete estatal, del titular de seguridad Alvar Cabeza de Vaca y del procurador de justicia Carlos Zamarripa Aguirre. De manera irresponsable, dirigentes del partido conservador y varios empresarios embozados, quieren responsabilizar a los alcaldes del aumento de la inseguridad en los municipios, sin caer en la cuenta que los funcionarios estatales metidos en esta grilla, son parte esencial del ataque a la criminalidad.
A la trompa talega. Los gobiernos municipales con alcaldes priistas, en León y Guanajuato capital, no pueden justificarse con los errores de Cabeza de Vaca y Zamarripa porque no logran, ellos, la planeación conjunta de las tareas contra la delincuencia organizada o desorganizada, en especial de la implementación de medidas preventivas y de la procuración y administración de la justicia; ni Bárbara Botello y ni Luis Gutiérrez, tampoco pueden justificarse con los errores de sus encargados de seguridad; sin embargo en menester recordar a quienes acusan, que el panismo lleva más de veinte años en el ejercicio del poder en Guanajuato y son quienes auspician y mantienen a la entidad, en la posición en que se encuentra.
Lo pasado a la criba. En el trienio pasado, Ricardo Sheffield Padilla, entonces alcalde de León; su constante en materia de seguridad pública consistía en que el procurador Zamarripa Aguirre, no le ponía atención al trabajo coordinado entre las dos instancias o entre los tres órdenes incluyendo la federación. Sobre esta cuestión conoce mucho el general Miguel Pizarro, quien era el secretario de seguridad pública estatal. Sheffield y Zamarripa dieron entonces el pleito más sonado en medios hasta que el gobernador Oliva, detuvo el zipi-zape y se tomó la foto de reconciliación con el alcalde, lo que recreó aquello del dúo dinámico, conformado por Juan Manuel y Ricardo.
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