LAS RESPUESTAS NEFATAS DE UNA ECONOMÍA EN DONDE EL TRABAJO ESTÁ SUJETO A LA OFERTA Y LA DEMANDA. A LOS JORNALEROS EN EL PAÍS
Por: Israel López Chiñas
Resultados de una economía. Algo que se sospechaba en los años ochenta ahora está aquí, sobre todo con el advenimiento del mundo unipolar. El gobierno federal privilegió el capital especulativo que redujo el trabajo productor de las riquezas en mercancía sujeta a las leyes de la oferta y la demanda. En el marco, el trabajador salía buscar allende la frontera quién lo utilizara por un mejor nivel de vida; hoy, ya encuentra con sus hijos quién los empleé en su país como jornaleros y solo por sustento. Lo que pasa con los guerrerenses en los campos agrícolas del estado de Guanajuato, en condiciones difíciles, no es privativo del estado, está en otros y se incrementa hasta verse el desempleo, en una insolente condición de esclavitud.
La realidad en números. El sistema económico vigente que nos ha identificado como el estado nación con un exagerado reparto inequitativo de riquezas (de una clase alta de 1.7 por ciento del total, y una clase baja de 59.1), viene anulando el valor de la solidaridad que fue vendida por un pragmatismo egoísta y vulgar, en donde lo bueno es lo útil. Se ha llegado al grado, de que si la gente eleva la voz por mejor condición de vida, de inmediato las cúpulas de los partidos, ordenan a su militancia que responda, que quiénes atiendan la demanda es que arrancaron su campaña electoral; la contestación sirve para someter las voces disidentes. Las buenas intenciones de los sensibles a los conflictos, también chocan con esa pared.
El círculo vicioso. El Estado mexicano ante las utilizaciones en muchas entidades del país debe responder de inmediato a fin de superar el comportamiento de las cúpulas partidarias, puesto que hay grupos indígenas que ni siquiera han salido del centro de resistencia y chocan con la misma realidad que sus similares en Silao, León, Romita, Manuel Doblado, San Francisco del Rincón y Purísima en Guanajuato, que viven en condiciones inhumanas. No resulta sano que todos esos proyectos, transformados en planes y programas en contra de la pobreza para preservar el apego a la vida, se estrellen con los intereses de las fuerzas políticas; entonces, los gobiernos, tendrán que hacer causa común para enfrentar este problema.
SESIÓN PARA CATATÓNICOS. Adiós a las poses. Ni la ingenuidad ni el puritanismo que se preocupa en el momento por la trata y los derechos de los menores, deberán de servir en el despliegue de la cortina para simular que la autoridad está actuando porque la esperanza de mejores condiciones de vida, se estaría alejando más y más. El sistema económico no tiene salida cuando el desempleo presenta su rostro terrible, en tiempos de la oferta y la demanda, y el jornalero se ofrece casi por nada llevando en ese destino el futuro de los más jóvenes y de la sociedad; en el extremo, de no ser atendidos estos problemas estaremos a un tris del sálvese quien pueda.
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