Sinfonía del Fauno LXXVIII, Lunes 01 de Octubre de 2007

NI FOXILANDIA NI ÍNSULA LIBRE DE PECADOS CAPITALES. LEÓN GUANAJUATO RETORNA AL OJO DEL HURACÁN GRACIAS A LA REINA DEL PACÍFICO

Por Israel López Chiñas

Discreción es saber disimular, lo que no se puede remediar. La captura de la Reina del Pacífico, la narcotraficante mandona en el país, puso nuevamente a Guanajuato en el centro del mapa sobre el crimen organizado, pues Sandra Ávila Beltrán, responsable del tránsito de una de las principales rutas de drogas entre Colombia-México-Estados Unidos, dijo anidar en una zona residencial de León, desde donde operaría su negocio. La mujer número dos del narcotráfico, luego de Enedina Arellano Félix, estaba agazapada en La Mejor Ciudad para Vivir como dice el eslogan de la Alcaldía.

Destruye al León, cuando sólo sea cachorro. Ya anteriormente la entidad se ubicó como punto de encuentro o el establecimiento de otros controladores del crimen, siendo generalmente operaciones de orden federal las que han sacado a la luz nuestra realidad. Los responsables de la seguridad pública en el territorio estatal no han sido capaces, en los hechos, de lograr la radiografía del momento y actuar de manera preventiva. La Inteligencia como concepción, diseño, coordinación y acción no se da en las instancias locales y municipales; todas las corporaciones policíacas compilan datos, reúnen información pero no se sabe realmente para qué sirven.

El buen cirujano, corta por lo sano. Por escasas motivaciones de orden político, los últimos gobiernos del estado se han empeñado en negar la presencia en Guanajuato de las redes de narcotráfico, secuestradores y otros delincuentes, bajo el principio de exponer a la población la idea de ser una ínsula a salvo de males y por ende generan una imagen modelo, que les ayude como clase política en aspiraciones futuras; pero tampoco han hecho lo necesario para asegurar que la realidad los exhiba; se favorece al chambismo y no instauran la profesionalización en la seguridad pública estatal.

SESIÓN PARA CATATÓNICOS. En la lógica de que el águila no caza moscas, Baltazar Vilches Hinojosa, sin perfil necesario, pero apoyado por el secretario de Gobierno Gerardo Mosqueda y aceptado por el gobernador Juan Oliva, tiene en sus manos una Secretaría de Seguridad Pública que sirve más como agencia de colocaciones donde meten la mano otros funcionarios, incluido el secretario particular del Ejecutivo Román Cifuentes Negrete, y no resulta una garantía para la sociedad. Vilches arribó ahí de rebote.