LEÓN, ARZOBISPADO DE LA IGLESIA CATÓLICA. GUADALUPE MARTÍN RÁBAGO, PASTOR DURANTE LA EXPASIÓN PARA EL FUTURO
Por Israel López Chiñas
A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. La Iglesia Católica mexicana se despliega estratégicamente para encarar las nuevas circunstancias, donde el municipio de León es pieza importante. En el tablero de ajedrecístico del poder, la Iglesia colocó en su administración territorial, la Provincia del Bajío, bajo el mando del Arzobispado de León que desde este día, tendrá el control de las Diócesis de Querétaro, Celaya e Irapuato. El papa Benedicto XVI, al reordenar sus mandos medios, en la región, depositó su confianza en Guadalupe Martín Rábago, ahora arzobispo.
Frente a la redefinición de reglas entre el Estado mexicano y la Curia Romana, durante el gobierno de Carlos Salinas, los prelados mexicanos, han establecido una estrategia de expansión alejada del espíritu, con notable participación política, acrecentando su influjo en los partidos políticos y el gobierno, así como un plan de comunicación social más impulsivo, donde el sacerdocio leonés ha jugado su papel.
Guías espirituales y algo más, de una clase política hecha en Guanajuato que sustituyó en el poder al priísmo que por setenta años mantuvo el discurso laico, aunque le abrió las puertas al Vaticano desde 1979, los ministros de la Iglesia en León encontraron en Guadalupe Martín, el liderazgo de un hombre que demostró tener habilidades para navegar en aguas turbias de la política nacional. En la presidencia del Episcopado Mexicano, ganó presencia y consolidó futuro, sembró, hoy, cosecha ascenso, cuando el Cardenal Rivera Carrera, mantenía relación con el Peje López, candidato izquierda que tocó las puertas de Los Pinos, le dijo amigo.
La Arquidiócesis de León fortalece la estrategia política de la Iglesia local, pero también puede convertirse en apoyo para políticos que anteponen su fe a la ética que debe animar la función pública en una democracia, lo que en un momento dado puede resultar contraproducente al recordar pasajes de la historia del país, donde ni tanto que queme al santo ni tanto que no le alumbre; una sana distancia.
Israel López Chiñas, quien entiende que el alemán Joseph Ratzinger, Papa, en la reestructuración de mandos para el futuro de la Iglesia en México, tomó en cuenta el papel que juegan los gobiernos del partido conservador que se formaron en esta región, así como el mérito leonés con mártires, durante la represión ordenada por el gobierno de Manuel Ávila Camacho, el 2 de Enero de 1946.
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