Sinfonía
del Fauno
Etapa
II
573
Por:
Israel López Chiñas
Nueva
ola en seguridad. Mientras que en Celaya el gobierno
estatal quiere imponer a la administración albiazul de Javier Mendoza Márquez
al actual secretario de Seguridad Pública Ciudadana Miguel Ángel Simental, sin
ofrecer el gobernado Diego Sinhue Rodríguez sus buenas razones, las
alcaldesas electas para las principales plazas de Guanajuato, Alejandra
Gutiérrez en León y Lorena Alfaro en Irapuato, analizan los perfiles de quiénes puedan ocupar las
secretarías de seguridad pública para que cumplan las ideas concebidas en esa compleja
tarea, con la finalidad de atacar el problema de inseguridad. En los dos casos,
se habla de atender no sólo la capacitación de los cadetes durante
su estancia en las academias, sino también del reclutamiento de personal para
empezar la profesionalización.
Síndrome
Alvar-Zamarripa. De acuerdo a las actividades que están
realizando los equipos cercanos a Lorena y a Alejandra, el ánimo de articular
proyectos nuevos para enfrentar el tema e imponer seguridad pública, han estado
intercambiando ideas y experiencias con los gobiernos estatales y las municipales
que han atemperado y superado la comision de los delitos que producen
inseguridad. En esta tesitura, quieren eliminar la sucesión o permanencia de
secretarios de seguridad púbica; o sea el fin del “Síndrome de Alva y
Zamarripa” en León, y en Irapuato un par de funcionarios estatales que están
aferrados a su puestos con la bendición de Diego Sinhue con su amigo el
exgobernador Miguel Márquez, quien los heredó al sucesor.
SESIÓN PARA CATATÓNICOS. Se la
pasaron de noche. Una de las limitaciones del concepto de seguridad
pública en el Estado de Guanajuato, es su incapacidad para concebir que deben producir
sus fuerzas de seguridad pública profesional, y no andar “mendigando” modelos
para armar en el territorio guanajuatense, o buscando mandos medios para
consolidar sus estructuras. Después de tres décadas en el poder, los Jefes
policiacos aún no muestran sus grandes capacidades para ejercer el mando;
cuando no carecen de formación, les falta el don que no se improvisa, se estudia;
y por ello durante sus gobiernos estatales, compran tecnología que no logran aplicar.
El “último fracaso” con la adquisición del proyecto “Escudo” de los casi 3 mil
millones de pesos el sexenio pasado de Miguel Márquez, hizo fuertes “teóricamente”
al secretario de seguridad estatal Alvar
Cabeza de Vaca y al fiscal Carlos Zamarripa, que aún viven de una gloria
inflada que está incomodando a Diego Sinhue Rodríguez. Escudo falló,
dijo 3MM y cayó el sistema.
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