Sinfonía del Fauno LXXI, Jueves 20 de Septiembre de 2007

LA TUVO, FUE SUYA Y LA DEJÓ IR. EL DIRECTOR DE LA POLICÍA DE SILAO, FELIPE HERNÁNDEZ, SE LE FUE UN DETENIDO QUE AL PARECER LLEVABA COCAÍNA

Por Israel López Chiñas

Las cosas de Palacio van despacio. Semejante al ultimátum que los dueños de los equipos de fútbol dan a sus técnicos, el alcalde de Silao de la Victoria, Jorge Galván Gutiérrez, le dio una nueva oportunidad a su rudo comandante de la policía, Felipe Hernández Chávez, para atender la seguridad de la población; sin embargo, el ex policía federal de caminos, al parecer va de mal en peor porque trae hasta centinela de vista, las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, que detuvieron a un presunto poseedor de cocaína, el que luego de ser consignado ante el Ministerio Público, desapareció de los separos.

Hágase el milagro, y hágalo el diablo. Durante un operativo inter-municipal, con base en el parte de remisión rendido por el policía Jorge Macias Rodríguez, se detuvo en la comunidad de Nápoles del municipio de Silao, a las 21:20 horas del pasado 31 de agosto, a una persona que dijo llamarse José Tereso Sandoval Hernández, debido a que traía en la bolsa delantera derecha del pantalón una bolsita con polvo blanco al parecer cocaína. El aprehendido fue recibido por el juez calificador Juan Antonio Guevara Balandrán, quien, consta en un oficio, lo remitió el 1 de septiembre al agente del Ministerio Público Federal en turno; autoridad ante el cual ya no presentaron a José Tereso; nadie sabe nadie supo dónde quedó.

En cada casa cuecen habas y en la nuestra a calderas. Mientras se terminaban los trámites y llegaba el momento de la entrega, el detenido Sandoval Hernández, esperaba en separos de la Policía Preventiva Municipal, resguardado por personal bajo el mando de Felipe Hernández Chávez. Por el espacio de reclusión, se tiene el dato, transitaron familiares del detenido, como es comprensible, a fin de que lo pusieran en libertad, anduvieron de la Seca a la Meca.

La costumbre hace ley. Días después de mágica desaparición, las Fuerzas de Seguridad del Estado, reclamó a su arrestado, pero la policía de Silao le salió con domingo siete y desde los primeros días de este mes de la patria, se lleva a cabo una investigación para cazar de nuevo al detenido de Nápoles, y de ser posible a los responsables del acto digno de Fumanchú. En los mismos separos donde asesinaron a Juana, una indigente, y cercano a las oficinas del GERI, de donde se liberó de esposas y escapó el ex director de la poli silaoense, detenido por plagio, Arturo Jácome Pérez.

SESIÓN PARA CATATÓNICOS. Dato importante al calce y con requisitoria para el alcalde Galván y quienes están haciendo banco de datos, el jefe don Felipe Hernández, contrató al famoso policía, Zacarías Aguilar Murillo, nombrándolo jefe de comandantes, pero resulta que este angelito, fue dado de baja del cuerpo policiaco de Guanajuato capital, cuando era director Samuel Ugalde, por mala conducta; en condiciones dudosas, chocó un carro oficial, luego en el Cerro del Hormiguero, le cayeron con las manos en la masa corporal y ¡Zas! lo largaron.