viernes, mayo 02, 2014

Sinfonía del Fauno MDCLIII

RAYUELA PANISTA.
LA LUCHA POR ESE PODER SE DIRIME ENTRE QUIÉN ESTÁ CERCA Y QUIÉN NO.
LOS CALDERONISTAS, CON FINES NO PARTIDARIOS



 Por: Israel López Chiñas

El peor de los pecados. La constante en el proceso interno del PAN que concluye en este mes, resultó el vínculo de los aspirantes a la dirigencia nacional con respecto a Los Pinos. Mientras el competidor, cofrade de Felipe Calderón, Ernesto Cordero, insiste en evidenciar la cercanía del descendiente del prócer con el partido en el poder, el pecador ni se inmuta y al estilo de Diego Fernández, durante el sexenio de Carlos Salinas, el reeleccionista Gustavo Madero, viene insistiendo que gobiernan el país junto al presidente Enrique Peña Nieto.
Frutos del mismo huerto. Solo los políticos bisoños, no han caído en la cuenta, la importancia que tiene la relación con el poder que confunden con acercamientos no controlables; no desean que los opositores, incluso de partido político puedan tenerlos. La clase política está anclada en esos trotes porque los poderes fácticos, primero les ponen el coco si emplean el vínculo catalogado como las negociaciones en lo oscurito, y pecaminoso; después les exige que deben mantener una línea moderada, con el fin de mercadear las resoluciones porque es lo racional. Los políticos tendrán que dejar de ser rehenes.
La vanguardia siendo la tras. La incertidumbre en el partido conservador PAN, con los comicios y enconos internos entre aquellos que habiendo tenido la oportunidad de modificar las relaciones, ahora se inscriben exigiendo orden en el territorio donde gobernaron. Vemos repetirse los enfrentamientos en el pasado que deben de culminar con acercamientos entre las fuerzas políticas, para que se atiendan las proyecciones por los procesos constitucionales de 2015 y de 2018. La interna del PAN, entre Ernesto Cordero y Gustavo Madero, era una ocasión para el panismo boca bajeado, de enderezar el barco, pero ante los intereses no partidarios, van camino al fracaso

SESIÓN PARA CATATÓNICOS. Un anclaje peligroso. El padrinazgo del ex presidente Felipe Calderón, del suspirante Ernesto Cordero, resulta el agitador del proceso blanquiazul y los intentos por proteger actuaciones del pasado inmediato, en consecuencia la preocupación de los opositores a Gustavo Madero, no se circunscribe en un proyecto partidario, sino de una familia que busca salvarse de los errores y por lo cual necesita de un partido político. De ahí los encares del grupo opositor que por cierto no tiene las manos amarradas porque tienen mantiene muchos nexos con las redes de los poderes. Al estilo del populacho, se podría afirmar que tienen más los ricos cuando empobrecen que los pobres cuando enriquecen.  

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