Sinfonía del Fauno MMLXIX
Por: Israel López Chiñas
Días aciagos en Guanajuato. Cuando había un poco más de calma en territorio estatal al emerger los conflictos ofreciendo los rasgos de inseguridad, los gobernantes respondían sin ver ni oír ni tampoco reflexionar que todos los actos de ejecución constituían un escenario de hechos aislados pues a Guanajuato venían los “criminales de fuera” a tirar sus ejecutados; otros políticos aprovecharon para sostener que formaban parte de la operación cucaracha, los perseguían y jalaban para acá; y por ello el gobierno guanajuatense había blindado sus fronteras con los estados de Michoacán y Jalisco. Ahora que no pueden ocultar ni justificar los hechos que se expresan con asesinatos y actuaciones que han rebasado la autoridad exigen seguridad.
El epicentro del debate. En el municipio “más importante del estado” donde los panistas desplazaron a los priistas del poder, frente a las expectativas creadas por los liderazgos del partido conservador PAN, se vehiculizó que al tomar el poder Héctor López Santillana y gracias al apoyo que ofreció darle Miguel Márquez desde la administración pública de la entidad con sus dos hombres fuertes, el secretario de Seguridad Pública Alvar Cabeza de Vaca con el procurador Carlos Zamarripa Aguirre, León sería la especie de paraíso que superaría los modelos en la materia. El señor López no puede en el momento ni siquiera tratar a los comerciantes ambulantes de las etnias que radican en la ciudad. La persecución está siendo su respuesta racional.
No precisan de opositores. Los liderazgos blanquiazules en la plaza, después de haber sufrido con sus familiares los embates de los criminales organizados y desorganizados, exigen que el alcalde distinguido por el gobernador, tomé medidas radicales en la zapatera puesto que las ejecuciones tienen características nuevas, la última, una cabeza cercenada que apareció como la entrega especial. La interpretación de la clase política leonesa, es que existe alta inseguridad porque el secretario del ramo en el municipio, Luis Enrique Ramírez Saldaña no ha podido con el problema. En la zona de declaraciones están los santones del PAN, el ex gobernador Carlos Medina Plascencia como el ex secretario de gobierno y ex senador, Ricardo Torres Origel.
SESIÓN PARA CATATÓNICOS. ¿Un estado de sitio? Los integrantes del cabildo leonés con dominio albiazul, creen que la seguridad pública es responsabilidad “única” del presidente López Santillana, aunque lo mismo quieren darle sus órdenes al secretario Ramírez Saldaña o Carlos Medina que pretende a toda costa imponer su observatorio ciudadano que le sirviera para atacar la administración municipal pasada que presidió la priista Bárbara Botello. La ciudad que los panistas consideran es un “estado de sitio” porque sus pobladores están a merced de los criminales, los opositores que solamente protegen sus intereses políticos-económicos y de sus aliados, los priistas no logran ofrecer la idea clara sobre ese problema de inseguridad.
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